
En multitud de sitios están proliferando cargadores públicos para nuestros dispositivos. Son realmente prácticos: si estamos bajos de batería sólo tenemos que buscar uno, conectar nuestro móvil, y esperar. Por desgracia, mucha gente no es consciente del riesgo que corre si no tiene cuidado, pues estamos conectando nuestro teléfono a un dispositivo desconocido, y a través del conector USB se puede tener acceso a nuestros datos y controlar nuestro móvil fácilmente.
¿Qué tengo que hacer?
Intenta evitar siempre que puedas estos cargadores, y procura utilizar tu propio cargador o llevar encima siempre un powerbank cargado. Si no te queda más remedio que utilizar uno, la mejor opción siempre es utilizar un “preservativo USB”, un cable USB que sólo tiene conectados los cables de alimentación pero no los de datos, de manera que sea físicamente imposible utilizarlo para acceder a nuestro móvil. Como último recurso, si necesitamos cargarlo imperativamente y sólo disponemos de un cable normal, debemos asegurarnos de configurar el puerto USB en modo “sólo carga” ANTES de conectar el móvil al cargador público.