
Nadie es infalible. Por muy precavidos que seamos, por muy atentos que estemos, es inevitable que tarde o temprano nos topemos con una estafa tan elaborada que no seamos capaces de detectarla. En ese caso es importante saber qué hacer para reducir en la medida de lo posible sus efectos.
¿Qué debo hacer?
Si descubres que has sido víctima de una estafa, lo primero que hay que hacer es recopilar todos los datos posibles (páginas web, mensajes completos intercambiados, números de teléfono, facturas, direcciones físicas, cuentas corrientes…) y denunciarlo ante la Guardia Civil o en una oficina de la Policía Nacional lo antes posible. Para agilizarlo, es posible poner la denuncia a través de Internet (https://denuncias.policia.es/OVD/) y, con más calma en las horas siguientes, acercarse a una comisaría a ratificarla en persona.
Actuar rápido puede aumentar la probabilidad de que recuperes tu dinero, si te han robado. En caso de que se hayan hecho con documentación personal (como, por ejemplo, tu DNI o pasaporte), el dejar constancia en la denuncia ayuda a evitar que te acusen a ti de los posibles delitos que los ciberdelincuentes cometan en tu nombre.